Convirtiendo un archivo en otra extensión de archivo podrás utilizar otros programas para abrirlo. Sin embargo, hay que recordar que el archivo T tras convertirlo a J, puede ser diferente al original, aunque sea por la configuración de datos. La información más importante debería mantenerse, no obstante, si tienes interés en que el archivo, tras la conversión de T a J, sea idéntico, tienes que actuar con precaución y seleccionar la aplicación adecuada de la lista mas abajo. Esto, por supuesto, no garantiza la conversión 100% acorde a tus expectativas, pero seguro que ayudará mucho. Si, a pesar de ello, el resultado de la conversión de archivo T a J no cumple tus expectativas, puedes simplemente intentar encontrar en internet otra versión de tu archivo en el formato T, adecuadamente convertido anteriormente por otra persona a un archivo J. Si no lo consigues, aprovecha la información posterior de la página.
Desafortunadamente si tras realizar las dos acciones descritas anteriormente (intentos de encontrar tu archivo T convertido por otra persona e intento de convertirlo al formato J) sigues teniendo problemas con tu archivo, ya quedan pocas soluciones. Puedes volver a buscar e instalar una aplicación que puede abrir el archivo T en el formato original (sin convertirlo a J). Esta solución será difícil de realizar pero proporcionará un mejor resultado.